lunes, 12 de abril de 2010

¿El mal está peor que nunca?

No. Siempre ha sido como es ahora, solo que las épocas cambian sus manifestaciones. Pero nunca ha dejado de ser el causante del más amargo sufrimiento humano.

Muchos dicen que las sociedades actuales están peor que nunca, que se han perdido valores y que de ahí viene la decadencia humana. Desde luego que están equivocados, y no porque yo lo diga, sino porque así es. Y solo es necesario echar una mirada a la historia para comprobarlo.

Hoy, en el mundo civilizado, un pirata que se dedique a robar, a asesinar y a comerciar con africanos difícilmente seria hecho noble por la reina de Inglaterra; tampoco seria normal enterarnos de que un grupo de ateos fue a parar a la hoguera por orden de la Iglesia Católica; un padre que casé a su quinceañera hija con un anciano pervertido no seria visto por la sociedad como un buen padre que busco el mejor partido para su hija, sino como un avaro despreciable; la esclavitud, por lo menos en el papel, es delito y repudiada por las personas de bien; el marido que a golpes dialogue con su mujer y a golpes eduque a su hijo puede ir a dar a prisión; la mujer que tiene relaciones sexuales sin estar casada y ni siquiera comprometida ya no es una puta que ningún hombre mira enserio, sino alguien que disfruta su vida y sus derechos.

En suma, también somos, los seres humanos de esta época, menos idiotas y fanáticos que los de siglos pasados. Inclusive ahora somos más pacíficos y menos sádicos. La última guerra terrible que desangro a la humanidad fue la Segunda Guerra Mundial, y de allí en adelante se han hecho grandes progresos para evitar semejantes monstruosidades. La pena de muerte, tan necesaria a veces, no existe en muchísimos países.

Que la gente es mas materialista hoy en día eso es totalmente falso. Los materialistas, los avaros, los criminales, los estafadores y toda clase personas ruines y miserables han existido siempre. Si comparamos un criminal de hoy y uno de la antigua Roma, veremos que solo los métodos han cambiado. Para ejercer el mal hoy existen innumerables formas e instrumentos que hace siglos no existían, y eso, y solamente eso, es lo que diferencia a un criminal actual con uno de la Edad Media.

El origen del mal tampoco ha cambiado. Las personas que jamás quisieron disciplinarse, esforzarse para conseguir sus metas, y que se ven destinadas al fracaso, son comúnmente las que por desprecio a su miserable vida se dedican a hacer todo el daño que pueden. Los fracasados por causa de la pereza, el despropósito y la idiotez, son los que a veces están allí en la oscuridad esperando a quien le causan el mayor mal posible.

Y esos han existido siempre, porque siempre ha existido a quien se le hace más sencillo ser malo que bueno, y también quien les teme y quien pudiendo detenerlos no lo hace. Mientras existan los cobardes y los que miran para otro lado, el mal existirá como lo conocemos hoy y como lo conocían hace siglos. Pero no todo está perdido, porque si siguen naciendo personas que comprenden la importancia del respeto y el valor de cada vida, habrá quien presente batalla en todos los campos.

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