jueves, 9 de agosto de 2012

El error con los impuestos


Los políticos, que ya parece que es requisito para serlo tener un cerebro muy pequeño, piensan que la recaudación de impuestos es mayor cuando éstos son altos. Probablemente eso sea cierto, pero dura poco y asfixia a la economía de cualquier país.

Cuando los impuestos son muy altos, nadie quiere ser empresario y si un valiente quiere serlo, probablemente el Estado lo hará quebrar. Por el contrario, si los impuestos son bajos, cualquiera tendrá el valor para arriesgarse en la aventura de ser patrón. Eso es algo, hasta cierto punto, muy lógico.

Si hay una crisis y los políticos suben los impuestos, no están pensando en las empresas, ni el los empleos, ni en los trabajadores, están pensando solamente en cómo subsidiar sus exorbitantes gastos. Quieren conseguir el dinero, el que consideran suyo y sí termina siendo suyo, de donde sea.

Cuando en un país haya políticos que realmente quieran sacarlo de una crisis, se les podrá reconocer por este signo: no subirán los impuestos, al contrario, los bajarán, así habrá más empleos, y al ser muchos los empresarios, también subirán las contribuciones. Qué formula tan sencilla, ¿verdad?, y sin embargo los políticos siguen empeñados en ignorarla.

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