Visto lo visto, es probable que México no dispute el
Mundial de Brasil 2014. Ahora se encuentra en cuarta posición y su siguiente
rival será Estados Unidos como local, lo que garantiza un partido difícil y en
el que no extrañaría una derrota.
Los aficionados quizás son los menos adoloridos por el
descalabro de anoche ante Honduras y lo que eso significa, a fin de cuentas, ir
al mundial a calificar de milagro en la ronda de grupos y jugar el tradicional
y fatídico cuarto partido es ya un proceso aburrido que se ha repetido cada
cuatrienio desde 1994. Tal vez si los tricolores descasan un mundial le echen más
ganas en el del 2018.
Pero los que es de suponer que están comiéndose las
uñas son los directivos y su hermano mayor Televisa. La selección es una mina
de oro durante el mundial. A esos cuatro tradicionalmente mal jugados partidos
se les saca una fortuna que sólo ellos cuantifican pero que se sabe es estratosferita.
La preocupación de Justino Compeán, Decio de María y
compañía salta a la vista por la hora en la que despidieron al Chepo de la Torre , casi las 3:00 de la
madrugada. Eso significa que estos castristas del fútbol mexicano sencillamente
no durmieron en toda la noche y se la pasaron pensando qué hacer.
Por supuesto que no les pasó por la cabeza renunciar a
ellos, a quienes eligieron al Chepo y
le dieron otra oportunidad cuando perdió en la
Copa Oro , las únicas dos opciones que
barajaron toda la noche fueron despedir o no despedir al técnico en este
momento tan crítico. Y para que la gente no diga que ellos no hacen nada, le
dieron el guillotinazo aparentemente sin siquiera avisarle antes.
La selección es, a fin de cuentas, una empresa muy popular
y sin competencia alguna en el país, pero todo indica que el próximo año será
un changarro con números rojos. Eso es lo que preocupa a los dueños. Perderán una
fortuna y quién sabe que más pueda pasar.
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