jueves, 30 de agosto de 2012

¿Y los subsidios son algo bueno?


Ahora que las crisis vienen más que van y que el mundo se las ve canutas, muchos gobiernos, ante la pobreza de sus gobernados, recurren al viejo recurso de “ten dinero, pero acuérdate de mí el día de las elecciones”. La mayoría de las personas creen que eso es bueno, que el gobierno, cuando no hay trabajo, debe de regalar dinero a los pobres, para ayudar en algo su apremiante necesidad.

Se ve muy bueno, pero en realidad no lo es. Es cierto que el día que la persona recibe el dinero puede satisfacer algunas de sus necesidades, pero después todo empeora. ¿Por qué? Pues porque el dinero gratis siempre termina por hacer daño, porque la economía funciona conforme a los caprichos e intereses de los seres humanos, y las buenas intenciones no siempre son una realidad.

Primero que nada, el dinero que el gobierno regala no es de él, no lo produce y no lo ha ganado. Lo damos los ciudadanos para que haya seguridad, justicia, infraestructuras y otras cosas que  hacen falta para un buen funcionamiento de la sociedad. Así que desde un principio está mal que el gobierno regale dinero atribuyéndose obras de caridad que desde luego no le corresponden.

El otro problema es más cultural. No se debe de acostumbrar a las personas a que las cosas son gratis. Si eso hace el gobierno, los desempleados en lugar de ir a buscar trabajo buscarán en qué posición pueden estar más cómodos en el sofá.

Y el otro problema es el económico. Cuando las personas reciben dinero gratis del Estado, irán a comprar cosas que poco a poco se harán más y más caras por su escasez, y después ya no las podrán comprar ni siquiera quines consiguen el dinero trabajando.

Es cierto que los gobiernos tienen que tomar medidas contra el desempleo, pero éstas no pueden ser regalar el dinero. Lo que deben hacer es bajar impuestos y crear leyes laborales justas, de esa manera habrá más empresas y más empleos y hasta el propio gobierno se beneficiará más con los impuestos. Ésa es la formula, pero los políticos siempre quieren verla de otro modo.

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