martes, 1 de octubre de 2013

Jubilaciones, el verdugo de la débil economía mexicana

Aunque el gobierno aún no se da por enterado, es bien sabido que el sistema de jubilaciones, tal cómo está ahora, es una piedra que pesa toneladas amarrada a la pequeña lancha que es economía de México. No hace falta tener mucha materia gris para saber que nuestros abuelos llevarán al país a la quiebra si las cosas continúan así. Y de hecho, no hay muchas perspectivas que indiquen que cambiarán de rumbo.

Para que un sistema de jubilaciones funcione bien, o más o menos bien, sólo existe un método a seguir: que una pequeña parte del sueldo del trabajador vaya a engrosar el capital de un banco que, muchos años después, devolverá ese dinero más los intereses generados.

De esa forma, el trabajador realmente ahorra para su vejez y libra a los jóvenes que apenas están empezando a trabajar y al propio Estado de que le financien la pensión. Pero el sistema mexicano apenas y como que quiere funcionar así. Lamentablemente, ya se han cometido muchos errores y la economía nacional está condenada a pagarlos en muy poco tiempo.

Hay trabajadores que apenas tienen 33 años, que ya han cotizado 10 ante el IMSS y que sólo tienen que cotizar uno más, por allá cuando tengan 59, para tener una pensión asegurada. Los filántropos que nos gobernaron hace décadas pensaban que con 10 años laborando, o quinientas semanas, era suficiente para ser merecedor de una pensión cumplidos los 60. Grave error que pagaremos con crisis.

Otro problema es el dinero destinado a sostener a los jubilados de las empresas públicas. Éstos sí que se han servido con la cuchara más grande y son los que más castigan a la economía. En empresas del Estado, o dependencias, ya que en realidad no producen, llámese IMSS, CFE, PEMEX, etc, etc, sólo se requieren trabajar 30 años para obtener el derecho de irse a casa a descansar de por vida.  Si un trabajador entró a los 18 y llega a vivir 88, castigará los bolsillos del mexicano durante 40.

Es totalmente imposible que una dependencia pueda sostener a todos los cincuentones todavía con fuerzas para trabajar y que año con año optan por la jubilación. En realidad, como es bien sabido, dependencias como el IMSS no logran sacar el gasto aun teniendo a 16 millones de trabajadores cotizando. El dinero, más que en los enfermos, se va en sus jubilados que muchas veces son todavía demasiado jóvenes.

Lo peor de todo es que estamos en la época del México joven. Hoy en día hay millones de mexicanos en edad laboral, muchos más que los jubilados. Pero eso en algunos años va a cambiar, y entonces habrá más personas longevas que trabajadores. ¿Cómo los vamos a sostener? Sin duda, será imposible.

No hay comentarios: