La oleada de críticas que ha recibido Laura Bozzo por
sus farsas en México desde que llegó al país, demuestran una carencia enorme en
el pueblo mexicano: la capacidad de poder detectar errores ortográficos,
erratas y demás “detalles” que gracias al pésimo sistema educativo que padecemos,
muy pocos mexicanos son capaces de detectar.
Laura Bozzo escribe pésimamente mal en su cuenta de
Twitter, no usa comas, ni puntos ni acentos. Pero quizás eso sea disculpable
debido a que los textos de Twitter son informales, la gente los escribe desde
su celular mientras viaja y eso dificulta ser muy correcto, por lo que casi
todo mundo se da el lujo de presumir su horrenda ortografía en la red social.
Quizás también a eso se debe que los millones de
mexicanos que la critican, no hayan hecho hincapié en ello. Pero hace unos
pocos días la señorita Laura subió un pésimo texto a su cuenta, con toda la
formalidad de la que pudo echar mano. Se trata de la carta en la que exige a
Carmen Aristegui su derecho de réplica.
La carta de la Bozzo consta de dos pequeños parrafitos, pero está
llena de errores. Abundan. Y está firmada por ella, así que si no la redactó
ella, cuando menos sí la leyó, porque es, o dice ser, abogada, y ningún abogado
firma algo sin leerlo. Bozzo leyó esas faltas de su “cartita” y no las detectó,
quizás porque no sabe cómo hacerlo. Pero es raro, porque ella presume de ser políglota
y tener extensos estudios universitarios.
La mencionada carta de Bozzo brilla porque le faltan
varias comas, porque pone con mayúsculas palabras que deberían ir con minúsculas
y porque ni siquiera le puso el acento al nombre de María, algo que ya es
imperdonable hasta para un niño de tercer año de primaria. En total yo conté
siete errores, y quizás se me pasó alguno.
Me extraña y me duele que ningún mexicano haya
criticado la pésima redacción de la
Bozzo y su equipo, porque eso indica que probablemente nadie
ha visto sus errores debido a que, simple y tristemente, no los detectan como
tales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario