sábado, 21 de diciembre de 2013

El racismo en Cuba: una realidad que el mundo calla

Los admiradores del régimen cubano dicen que en la isla todos son iguales, que si bien el país es muy pobre, de lo poco que hay se reparte a todos: la revolución provee de alimentos, estudios, salud y justicia a todos sus hijos. Cuba, como apuntan varios escritores, es un país famoso por los logros revolucionarios: la salud, el deporte y la educación; y sus fracasos: el desayuno, la comida y la cena. De los logros se sabe que muchas veces son supuestos e incluso alteraciones, y en cuanto a los fracasos, está comprobado que son una aterradora realidad.

Pero se supone y se pregona por el mundo que esos tres logros y esos tres fracasos son para todos, para cada ciudadano cubano. ¿Quién podría imaginar que Cuba es un país racista? ¡Imposible! Cuba no tiene una mayoría caucásica como Estados Unidos, donde por siglos los blancos de ojos claros han reclamado su superioridad racial sobre los negros. Cuba es un país con una mayoría de mestizos, de españoles que se mezclaron con los moros y que después viajaron a América a mezclarse, por segunda vez, con los indios. Así las cosas, ¿cómo podrían los cubanos ser racistas si en su mayoría son morenos? Además, sería lógico que el primer logro de la revolución, desde el primer día de enero del 59, haya sido el de erradicar esa plaga tan propia del imperialismo yanqui como lo es el racismo.

Cuba no puede ser racista, va contra la conducta revolucionaria y contra el igualitarismo comunista. Pero, sin embargo, lo es. Algo de lo que el izquierdismo latinoamericano disfrazado de intelectualidad pacifista nunca habla, y que el régimen cubano no ha podido ocultar, es que, según muchos investigadores poco o nada escuchados, en Cuba la población más pobre de entre tantos pobres es la negra, al igual que la población de las cárceles, y, por otro lado, la cúpula poderosa del partido en el poder brilla por su casi total ausencia de negros, las universidades igualmente.

¡Es casi como si se estuviera hablando de los Estados Unidos!, donde, sin embargo, ya tienen un presidente negro. Podría decirse que los blancos y rubios yanquis imperialistas, crueles y belicosos van un paso adelante para erradicar el racismo que la igualitaria revolución cubana.

Un dato importante que tampoco se menciona mucho es que Fidel Castro, cuando envió durante décadas a África cruzadas revolucionarias -la primera encabezada por el propio Che Guevara-, las conformó de cubanos negros. El pretexto de por qué eran sólo negros fue que como se trataba de África era la mejor manera camuflar a los soldados entre la población africana y sacar a Cuba bien librada de un conflicto internacional. Pero lo extraño es que el propio Fidel habló algunas veces largo y tendido, y con orgullo, de la intervención cubana en África. Como que no le interesaba tanto que la cosa fuera secreta, después de todo.

¿No será que enviaba negros a morir sólo porque… eran negros?

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